DESCUBRE LEYENDAS

Legendario Literario Hispánico del siglo XIX

Proyecto I+D Ministerio de Economía y Competitividad FFI 2013-43241R

Publicación

Recuerdos de un viaje por España, 3ª y 4ª Parte, t. II, Madrid, Establecimiento Tipográfico de Mellado, 1850, pp. 41-42

Acontecimientos
Personajes
Enlaces
Díaz, Manuel Cecilio. "El testamento monástico de San Rosendo." Historia. Instituciones. Documentos 16 (1989): 47-102.
Figueiredo, José Ramón Hernández. "San Rosendo e Caaveiro, entre o mito ea realidade." Cátedra: revista eumesa de estudios 16 (2009): 37-58.
Martín, Remedios Morán. "San Rosendo. Obispo de Mondoñedo, fundador de Celanova y pacificador de la Gallaecia." Revista de Derecho UNED 2 (2007): 509

LOCALIZACIÓN

A CAPELA

Valoración Media: / 5

LA COLEGIATA DE CAAVEIRO.

La ex-colegiata de Caaveiro, que fue un tiempo de canónigos regulares de San Agustín[1], está situada en la feligresía de Santiago de Capela, entre dos elevadas montañas, por cuya profundidad corre silenciosamente el río Eume, y sobre un alto peñasco casi del todo aislado rodeado del citado río y de otro riachuelo que se le reúne, teniendo el peñasco y colegiata por única entrada un estrecho istmo o lengüeta de tierra por la parte de Capela, presentando el peñón por los demás lados (cortados casi verticalmente) profundos precipicios. Es singular el aspecto que ofrecen estas religiosas ruinas, en un paraje tan desierto y apartado del mundo, y que recuerda las ermitas de la Tebaida[2]. Consérvanse, si bien en muy mal estado, las casas celdas del prior y canónigos y la iglesia, al cuidado de un labrador colono[3] y de su familia, únicos habitantes (además de los lobos y jabalíes) de aquella terrible soledad. El origen de este piadoso edificio, cuyo fundador se ignora, se hace subir a los primeros siglos del cristianismo, y aun se pretende en Galicia ser San Juan de Caaveiro la primera iglesia que tuvieron los cristianos, discípulos del apóstol Santiago. Era colegiata de real patronato[4], y tenía un prior y seis canónigos que vivieron en ella hasta principios del presente siglo, que suprimió el gobierno esta colegiata con objeto de trasladarla al Ferrol, lo que no se verificó. El célebre San Rosendo, obispo que fue de Mondoñedo, había sido antes prior o abad de Caaveiro, y aún se conserva en uno de los altares laterales una alba viejísima y un cáliz de forma antigua, con que celebraba misa el santo. Del alba suele dar el casero algún fragmento como especial reliquia. He aquí la piadosa leyenda que de San Rosendo nos refirió el citado labrador, guardián de la antigua colegiata. Asomándose un día el santo a la ventana de su celda, a la sazón que una terrible tempestad oscurecía el cielo, exclamó: ¡Oh, qué día tan malo! Arrepentido en el acto de este dicho que miró en su rígida piedad como una punible murmuración contra los decretos del cielo, arrojó al Eume su anillo abacial pidiendo a Dios se lo volviese a su poder, cuando le hubiese perdonado aquel pecado. Siete años se pasaron, y al cabo de tan largo tiempo, el cocinero de la colegiala fue a dar parte al santo abad de que estando aderezando un reo (1) había encontrado en su vientre un anillo. San Rosendo reconoció el suyo y dio gracias a Dios de haberle perdonado.

(1) Especie de peces de bastante magnitud de que abunda el rio Eume (Nota del autor).

FUENTE

Mellado, F. de P., Recuerdos de un viaje por España, 3ª y 4ª Parte, t. II, Madrid, Establecimiento Tipográfico de Mellado, 1850, pp. 41-42.

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Edición: María José Alonso Seoane

NOTAS