DESCUBRE LEYENDAS

Legendario Literario Hispánico del siglo XIX

Proyecto I+D Ministerio de Economía y Competitividad FFI 2013-43241R

Publicación

Bellezas de la Historia de Cataluña: Lecciones pronunciadas en la Sociedad Filarmónica y Literaria de Barcelona, Imprenta Narciso López, 1853 .pp.209-211.

Acontecimientos
Milagro
Personajes
Galcerán de Pinós y el señor de Sancerní
Enlaces
Gil, Juan. "El Poema de Almería y la tradición épica." e-Spania. Revue interdisciplinaire d’études hispaniques médiévales et modernes 15 (2013).
Vallverdú, Ramon Setó, and Maria Estradé Pujals. "La llegenda del rescat de les cent donzelleso del rescat de Sant Esteve." El rescat de les cent donzelles o de Sant Esteve: Manuscrit de la Genealogia del llinatge Pinós, 1620. Publicacions URV, 2018.

LOCALIZACIÓN

SALOU

Valoración Media: / 5

La conquista de Almería

 

 […]A la conquista de Almería va anexa, señores, una poética y peregrina tradición que envuelta hallamos en un místico aroma de religiosidad como flor en una dulce atmósfera de balsámicas esencias. 

Entre los caballeros catalanes que partieron con el conde y de mención las crónicas, se contaban el senescal Guillén Ramón de Moncada, Armengol conde de Urgel, Guillén de Fervellón, Gilaberto de Centellas, Ramón de Cabrera, Guillén Folch vizconde de Cardona, Guillén de Anglesola, Ponce de Santa Pau, Guillén de Claramunt, Hugo de Treyá, Galcerán de Pinós y con este Sancerní, señor del castillo de Suyl, dependiente de la baronía de Pinós. 

Estos dos últimos, Pinós y Sancerní, en uno de los primeros encuentros que hubieron los catalanes con los moros de Almería, quedaron desgraciadamente prisioneros con aflicción y pesar de todo el ejército, que sabía tener en ellos dos firmes corazones y dos hombres de reconocido valor. No tardó en saberse que los dos infortunados caballeros estaban en poder de un opulento moro que había mandado transportarles  a Granada. El catalán ejército tuvo que vencer sin sus dos compañeros, y volvióse triunfante y lleno de laureles a su patria dejando cautivos y aherrojados en tierra extraña a los dos valientes campeones. 

El conde de Barcelona al estar ya en sus estados envió un mensajero al rey moro de Granada pidiendo la libertad de Galcerán de Pinós y de su compañero, pero el rey moro de Granada pidió en rescate de D. Galcerán cien doncellas, cien mil doblas, cien caballos blancos, cien paños de oro de Tauris y cien vacas, tanto era lo que el de Pinós valía en el ánimo del árabe monarca.

A tal contestación los padres de D. Galcerán, D. Pedro de Pinós y Doña Berenguela de Moncada, dejaron correr abundantes sus lágrimas.-210- Veían la imposibilidad de cumplir lo que el rey moro pedía, y lloraban... lloraban sin tregua ni descanso. ¿Qué otra cosa mejor que las lágrimas para los infortunados?

Un día... el sol matizaba los altos montes de Cataluña, los árboles susurraban una melodía angélica, los arroyos y cascadas murmuraban un himno... La naturaleza entera sonreía. Parecía imposible que hubiese un corazón triste en un día tan hermoso.

Los vasallos de la baronía de Pinós se presentaron a su señor. Un pueblo entero iba a sacrificarse y a trocar sus lágrimas por las que hasta entonces habían derramado sin descanso los ojos de unos padres infelices. He aquí, señores, lo que oyó D. Pedro de Pinós de boca de sus vasallos.

-Señor, nosotros sentimos tanto vuestra tristeza por los buenos tratamientos que como a padre nos habéis hecho y tenido como a hijos, que determinamos haceros el mayor servicio que vasallos hayan hecho a su señor. No tengáis por imposible haber las cien vírgenes doncellas que se den por esclavas en poder de moros para sacar vuestro hijo de poder de ellos, que nosotros tomaremos este cargo. De nuestras entrañas sacaremos el rescate de vuestro hijo, con nuestra carne y sangre libraremos a nuestro señor. Quien dos hijas tenga entre nosotros dará una, y quien tres o cuatro tuviere dará dos, y quien una sola hubiese engendrado echará suertes con otro que no tenga tampoco más de una sola, y al que le cupiere la dará, y así haremos cumplimiento en las cien doncellas para bien nacidas, pues darán ejemplo de amor y de lealtad.

Esta vez al oír esto fue llanto de gratitud el que derramaron los ojos de D. Pedro de Pinós. ¡Ejemplo de virtud de amor, de lealtad y desinterés, como acaso no tenga igual señores!

Señalóse día para la marcha y fijóse Salou para punto de reunión. Allí debía embarcarse el rescate y partir a Granada. 

Todo estaba ya prevenido. Llegó el día señalado. Un crecido grupo de gente al brillar los primeros rayos del sol, salía por las puertas de Tarragona. Era el pueblo que acompañaba con gritos de bendición a las cien hermosas doncellas que iban voluntariamente a entregarse en poder del moro para rescatar a su joven y valiente señor. Iban todos por el camino aparentando marchar alegres como si se dirigieran a una fiesta, cuando vieron venir hacia ellos a dos caballeros. Júzguese de la sorpresa y del asombro cuando al estar cerca se reconoció en estos dos caballeros a los mismos a quienes se creía en poder del moro granadino, a Galcerán de Pinós y Sancerní. -211-

Los dos caballeros contaron que cautivos estaban y aherrojados en un oscuro calabozo de Granada, que aquella misma noche se habían entregado con fervor a la oración pidiendo al cielo que les concediese la merced de librarles de la esclavitud, y que en seguida vieron caer sus cadenas y abiertas las puertas de su cárcel, hallándose a los primeros rayos del sol sin saber cómo cerca los muros de Tarragona. La Providencia había acudido en su socorro. Todo entonces fueron fiestas, regocijos, júbilo, y los barones de Pinós, que sin el sacrificio de sus amados vasallos habían recobrado a su hijo, derramaron a manos llenas el oro sobre el pueblo.

En memoria de tal milagro - Miracle- Sancerní, señor de Suyl tomó el nombre de Miracle y de él descienden los tan famosos Miracles de Valencia y Cataluña.

FUENTE: 

Balaguer, Víctor. Bellezas de la Historia de Cataluña: Lecciones pronunciadas en la Sociedad Filarmónica y Literaria de Barcelona, Imprenta Narciso López, 1853 .pp.209-211.